El otoño en Peloño

He estado rompiéndome la cabeza sobre qué escribir en este primer artículo (es más difícil de lo que pensaba esto de enfrentarse al folio en blanco) pero las fotos de un amigo, que ha hecho recientemente la ruta por el bosque de Peloño,y al que agradezco que me las haya cedido, han sido las que me han dado un pequeño empujón.



Este hayedo, en el municipio de Ponga, es un bosque muy evocador, en el que la imaginación busca esos duendes, seres mitológicos y demás habitantes del bosque, que los cuentos infantiles nos relataban. Está declarado como Reserva Natural Parcial (figura de protección del Principado de Asturias) y se encuentra dentro del Parque Natural de Ponga. Se trata de un bosque caducifolio de unos 15 kilómetros cuadrados rodeado de montañas, donde predominan especies como el haya, el roble albar y el acebo.

Fotos: Carlos Ugidos

Su visita es muy recomendable en cualquier época del año, pero es en el otoño cuando sus colores te hechizan; rojos, marrones, ocres se van mezclando para deleitarnos la vista.

Además, durante el recorrido podemos apreciar el paisaje del que un aprovechamiento tradicional del territorio ha formado durante siglos:

  • El pueblo, donde se concentran las casas, cuadras y hórreos
  • Los pastos más bajos, donde el ganado pasta en los meses más fríos
  • El monte, del que se sacaba provecho de la madera, los frutos...
  • Los pastos más altos o majadas, donde se llevaba el ganado durante la primavera y el verano, y se elaboraban productos como el queso, para aprovechar la leche. En esta zona se elabora el queso de los Beyos, del que gustosamente hablaré en un próximo artículo.

Foto: Carlos Ugidos


Desde esta zona hay varias rutas: desde adentrarnos en el bosque, hasta llegar a las cumbres que lo rodea como Peña Ten o Peña Salón, e incluso podemos visitar los restos de unos nidos de ametralladoras de la guerra civil en Collada Guaranga.

Foto: Carlos Ugidos

Además del valor de su flora, tenemos que destacar la fauna, siendo uno de los refugios del urogallo y también es una zona donde se puede oír la Berrea, en época de celo de los ciervos.

Foto: Carlos Ugidos

Para mi Ponga es un municipio que me sorprende cada vez que lo visito y espero poder tener la oportunidad de hacerlo pronto y de contar aquí otras maravillas que podemos encontrar.

Comentarios

  1. Tomo nota del sítio que es precioso Vane. Me encanta el diseño del blog. Mucha suerte. Ya tienes una fan :)

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  2. Muchísimas gracia "Grettel". La verdad que es muy guapo y merece la pena el viaje. Y muchas gracias por el apoyo. Nos leemos jejeje

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